Vértigo y/o mareo, factores de riesgo en el trabajo

El vértigo y/o mareo son dos agentes externos o motivos ajenos a nuestra actividad laboral diaria que podemos padecer de forma totalmente incontrolada y fortuita. De su conocimiento y reacción dependerá, en gran medida, tu salud y seguridad en el trabajo y la de tus compañeros

16 mar 2023

El vértigo y/o mareo son dos agentes externos o motivos ajenos a nuestra actividad laboral diaria que podemos padecer de forma totalmente incontrolada y fortuita. De su conocimiento y reacción dependerá, en gran medida, tu salud y seguridad en el trabajo y la de tus compañeros.

En la mayor parte de las situaciones y aunque a veces se utilizan los términos "vértigo" y "mareo" como sinónimos, estos no suelen serlo. Por regla general son dos estados totalmente diferentes, de hecho, sus causas y síntomas, son totalmente distintas, pudiendo, por regla general, representar un serio problema para la actividad laboral diaria.

Con el vértigo la principal sensación que podemos tener es el falso movimiento propio, o de los objetos, y la consiguiente pérdida de equilibrio que podemos llegar a padecer. En cambio, con el mareo se pueden experimentar sensaciones totalmente distintas y a la vez variadas: desfallecimientos momentáneos, aturdimientos diversos, desmayos inesperados, inestabilidad general del cuerpo, incesante malestar general y, en muchas ocasiones, náuseas y vómitos incontrolados. Evidentemente, tal y como vemos, su casuística puede ser diversa y afectarnos en multitud de circunstancias y actividades.

El vértigo más común es el posicional y se debe, principalmente, a problemas en una zona del oído interno. El mareo se desencadena con los movimientos de cabeza (giros o movimientos bruscos) que dan lugar a la aparición de episodios de vértigo de corta duración. Igualmente, se puede hablar del llamado periférico, que se origina por lesiones en la cabeza o por la ingesta de determinados medicamentos, más difíciles de definir, pero más habituales, por la costumbre de auto medicarse.

En cuanto al origen del mareo, este suele ser habitual al ver sangre o al sentir algún tipo de dolor intenso, el cual provoca una sensación de pérdida de consciencia. Aunque también puede estar generado por otros factores como la bajada de glucosa, la tensión baja, padecer algún nivel de anemia, sufrir un golpe de calor o un exceso de calor continuado y unido a un estado de ansiedad.

Si estamos desarrollando alguna actividad y sentimos que nos vamos a marear, debemos colocarnos en una zona segura, buscar un punto de apoyo y, en el caso de que lo necesitemos, sentarnos con la cabeza entre las piernas. Otra alternativa importante sería poner las piernas en alto para reactivar la circulación sanguínea.

Ante todo, y con carácter preventivo, en caso de sufrir este tipo de situaciones, debemos evitar subir a andamios, escaleras o zonas altas, conducir vehículos o maquinaria de cualquier tipo, evitar el uso de máquinas eléctricas, etc. Hasta no haber consultado con un facultativo y encontrado la posible solución a nuestro problema.

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